lunes, 29 de abril de 2013

CONOCE TU CUERPO: ¿CUÁL ES TU SOMATOTIPO?


Nacemos regidos por la genética. Ese código que te dice de qué color serán tus ojos, qué tan alto serás, si tendrás una voz prodigiosa para el canto, si serás la estrella en algún deporte, cual será tu contextura, dónde almacenarás tu grasa de reserva, etc. Ya está escrito. Y según ese mismo código es que tu cuerpo puede clasificarse en un somatotipo, es decir los rasgos genéticos y corporales relacionados a tu estructura ósea, la capacidad de acumular grasa, la capacidad de ganar músculo, etc.  En nuestra sociedad se valora mucho la apariencia física, y mucha gente quiere alcanzar un cuerpo ideal, pero la realidad es que no puedes luchar contra la genética, aunque eso no significa que no puedas mejorar tu condición física a su punto máximo. Es por eso que en vez de tratar de cambiar la naturaleza de tu cuerpo deberás sacar el mayor provecho de tu tipo. Conocer nuestro somatotipo es importante para adecuar nuestros entrenamientos y nutrición y pontenciar los resultados.

Existen tres somatotipos o "tipos de cuerpo"  que presentan las siguientes características relacionadas a la constitución corporal:

1. Endomorfo.- Son personas que acumulan grasa fácilmente, por lo tanto tienen tendencia al sobrepeso. Sus característica físicas son:
- predisposición al exceso de grasa 
- caderas anchas y redondeadas
- cara redonda y cuello corto
- poca musculatura
- hombros anchos y robustos, pelvis angosta (no se nota por el peso)
- en general su cuerpo es blando.
A cambio de ganar grasa fácilmente también ganan músculo con bastante facilidad con todas las ventajas que ello conlleva al metabolismo. Su mayor enemigo es el exceso de grasa corporal pero sufren menos de sobre-entrenamiento. Debido a su contextura y su masa, no pueden competir en deportes de gran agilidad o velocidad pero posee las condiciones adecuadas para potenciar la fuerza, la resistencia y la elasticidad. Para controlar su peso, las personas con este tipo de cuerpo deberán seguir una alimentación balanceada y un entrenamiento con gran cantidad de ejercicios aeróbicos y que desarrollen su resistencia. Un endomorfo activo posee las cualidades ideales para practicar deporte y disfrutar de buena salud, siempre y cuando sepa aprovechar ese potencial genético.
2. Mesomorfo.- Los mesomorfos tienden a ser musculados y atléticos por naturaleza. Ganan músculo fácilmente al mismo tiempo que no ganan excesiva grasa corporal o la queman con facilidad. Es el somatotipo de “los privilegiados” genéticamente. Sus características físicas son:
- cuerpo musculoso y fuerte
- hombros más anchos que pelvis
- buen porte
- tensión arterial y pulso bajo en mesomorfos activos
- tensión arterial y pulso elevado en mesomorfos inactivos
- acumulación de grasas por inactividad y sobrealimentación, sobre todo en abdomen y caderas.
Debido a estas características, es muy fácil que un mesomorfo mejore su rendimiento con poco entrenamiento. Este tipo de cuerpo es el ideal de físico, es por eso que muchas personas quieres adaptar su cuerpo a este tipo aunque constitucionalmente pertenezcan al tipo ectomorfo o endomorfo. Lo que conseguirán es una gran mejora de la constitución física pero no pueden cambiar su naturaleza.
3.- Ectomorfo.-  Son lo opuesto al endomorfo ya que suelen estar por debajo del peso considerado normal y tienen serias dificultades para ganar peso porque su metabolismo es muy rápido.
Sus características físicas son:
-alto y delgado
-pecho plano
-hombros y pelvis del mismo ancho
-articulaciones muy ágiles
-desarrollo muscular escaso
La ventaja que tienen es que pueden lucir un cuerpo delgado sin tener que controlar excesivamente la dieta pero a cambio tienen una gran dificultad para ganar músculo. Cada kilo de músculo que ganen será una gran meta para ellos. Su principal enemigo es el sobre-entrenamiento y suelen evitarlo a toda costa con rutinas de volumen bajo.
Sin embargo, nunca un somatotipo se presenta en estado puro y la mayoría de la población posee cierto grado de cada uno, por ejemplo tenemos Ecto-Mesomorfos (delgados con facilidad para ganar músculo) o Endo-Mesomorfos (con sobrepeso pero con gran facilidad para muscularse).

Otras clasificaciones adicionales
Existen otras clasificaciones modernas que se han vuelto populares últimamente y describen en sí la forma actual de tu cuerpo:
Rihanna, Beyonce y J.Lo son las caderonas
Cuerpo en forma de A, o en forma de pera o triángulo: Este tipo corporal se encuentra tanto en hombres como en mujeres pero predomina en las mujeres, que se caracterizan por tener espalda angosta, hombros estrechos, busto pequeño, cintura definida y mayor volumen en la parte inferior del cuerpo (caderas, muslos y piernas anchas). 
Cameron Díaz y Kiera Knightley son cuerpo de tabla
Cuerpo en forma de H, o de rectángulo: También se presenta en ambos sexos y se caracteriza por tener "cuerpo de refri" o sin cintura. Se aprecia mucho en los levantadores de pesas tanto powerlifters como olímpicos; así mismo en deportistas como son lanzadores de bala, martillo y disco, también dentro del deporte de la lucha y el canotaje. En mujeres es una forma de cuerpo típica de las que son muy flacas o "cuerpo de tabla". El ancho de hombros y de caderas es el mismo, cintura recta, pecho y glúteos planos, piernas largas y delgadas.

Cuerpo en forma de V o de triángulo invertido: otros le llaman en forma de embudo, típico de principiantes del gym que se matan horas entrenando el tren superior descuidando su simetría, presentando un torso bastante voluminoso y piernas de palito. Las mujeres de este tipo suelen tener espalda ancha y busto mediano o grande, cintura no definida, caderas angostas, piernas delgadas y muy poca cola.
Cuerpo en forma de manzana o cuadrado: Se encuentra en ambos sexos y se caracteriza por la presencia de grasa abdominal, un abdomen prominente y extremidades bastante delgadas. Generalmente producto una alimentación bastante pobre y descuidada y falta de actividad física.
Kim Kardashian y Jessica Alba cuerpo de reloj de arena
Cuerpo en forma de X, de reloj de arena o de guitarra: 
Característico de los fisicoculturistas avanzados con excelente simetría y de mujeres de caderas prominente y busto amplio con cintura definida y piernas contorneadas, presentando buena proporción entre el tronco y las piernas. Así mismo se ve mucho esta característica en el deporte del atletismo, para ser precisos entre los velocistas puros.
Test para saber tu somatotipo
Antes de realizar el test cabe aclarar que poca gente tiene un somatotipo puro. La mayoría somos una mezcla de endomorfo u ectomorfo con parte de mesomorfo y algunos menos mesomorfo con parte de alguno de los otros dos.
1.     Mi cuerpo tiende a:
o    3 Puntos: Acumular demasiada grasa.
o    2 Puntos: Ser delgado y musculoso.
o    1 Punto: ser demasiado flaco.
2.     Mi cuerpo se ve:
o    3 Puntos: redondo y suave (hombres) / en forma de pera (mujeres).
o   2 Puntos: cuadrado y con pliegues (hombres) / en forma de X es decir cintura  estrecha (mujeres).
o    1 Punto: largo y sin mucho relieve.
3.     Mi estructura osea es:
o    3 Puntos: Muy grande.
o    2 Puntos: Mediana.
o    1 Punto: Pequeña/fragil.
4.     De niño era:
o    3 Puntos: Gordito.
o    2 Puntos: Normal.
o    1 Puntos: Demasiado flaco.
5.     Mi acercamiento a la vida es:
o    3 Puntos: Tranquilo y reposado.
o    2 Puntos: Dinámico.
o    1 Punto: Preocupado.
6.     Mi nivel de actividad es:
o    3 Puntos: Sedentario.
o    2 Puntos: Bastante activo.
o    1 Punto: Hiperactivo, no puedo quedarme quieto.
7.     Las personas me dicen que:
o    3 Puntos: Debo perder peso.
o    2 Puntos: Que estoy muy bien.
o    1 Puntos: Que debo engordar.
8.     Al rodear la muñeca con el dedo medio y pulgar de tu otra mano:
o    3 Puntos: Los dos dedos no se tocan.
o    2 Puntos: Apenas se tocan.
o    1 Punto: Un dedo se pone por encima del otro.
9.     Mi metabolismo es:
o    3 Puntos: Lento
o    2 Puntos: Normal
o    1 Punto: Demasiado rápido.
10.  Sobre mi peso…
o    3 Puntos: Gano peso fácilmente pero me cuesta perderlo.
o    2 Puntos: Gano y pierdo peso fácilmente.
o    1 Punto: Sufro para subir de peso.
11.  Tengo hambre…
o    3 Puntos: Todo el tiempo.
o    2 Puntos: A la hora de comer.
o    1 Punto: Raramente.
12.  La gente me podría describir como una persona…
o    3 Puntos: Emocional.
o    2 Puntos: Física.
o    1 Punto: Intelectual.
Suma los puntos y el resultado es:
·         Entre 32 y 37 puntos: Endomorfo puro.
·         Entre 27 y 31 puntos: Mezcla de endomorfo y de mesomorfo.
·         Entre 22 y 26 puntos: Mesomorfo puro
·         Entre 17 y 21 puntos: Mezcla de ectomorfo y mesomorfo.
·         Entre 12 y 16 puntos: Ectomorfo puro.

¿ENGORDA MÁS LOS CARBOHIDRATOS Ó LAS GRASAS?

Empezó oficialmente la Primavera y poco a poco te vas dando cuenta de la magnitud de la época del año y el estímulo que provoca en la actividad física, que más o menos se va midiendo por la cantidad de gente que se inscribe en el gimnasio. Esta es la estación que activa la mayor cantidad de membresías y poco a poco se va llenando de “turistas de verano” esos que pagan todo el año pero sólo duran hasta abril… que en mi opinión al menos es mil veces mejor que no inscribirte en absoluto.
Siendo la actividad física sumamente importante para tus planes de un cuerpo veraniego, también tomas conciencia que la alimentación es la que se lleva la mayor parte de los créditos, entonces quieres empezar a cambiar tus hábitos y cortar de a pocos cualquier cosa que aumente ligeramente tu porcentaje de grasa corporal, entonces entras en un dilema existencial: Qué engorda más, los carbos o las grasas? El azúcar o la harina? Cuál como menos? Cuál dejo de comer? 



Antes de responder a todas estas interrogantes pasemos a explicar brevemente estos dos macronutrientes presentes en tu alimentación diaria:

Los carbohidratos.- Los carbos son el macronutriente que está presente en mayor cantidad en la dieta de cualquier persona común y corriente, que es lo correcto. Lo encontramos en todos los tamaños y formas: un pan en el desayuno, una tazita de avena, tostaditas, un plato de fideos en el almuerzo, arrocito en tu segundo, papa, camote, yuca, el azúcar que le echas a tu café, tu limonada o tu jugo, una galletita en la tarde, una coca cola heladita, un chocolatito por ahí, otro pan en la noche y un calentado para tu cena.. los carbohidratos son en esencia la mejor fuente de energía para tus actividades diarias. Alrededor del 50 - 55% de la energía que necesitas a diario deberá provenir de los carbohidratos de tu dieta. Y por qué entonces tanto terror a desayunar avena, a mezclar papa con arroz en el almuerzo, a comer pan en la noche? Las palabras claves aquí son CANTIDAD y CALIDAD. Cuando se consume carbohidratos, el cuerpo tiene cierta capacidad de almacenar glucógeno como energía (el glucógeno es la manera en que tu cuerpo almacena los carbohidratos luego de que son procesados por el organismo) y el resto o lo que no se utilice como fuente de energía, eso que ingeriste de más (especialmente si son refinados o harinas) será almacenado como grasa e irá directo a su lugar favorito: a tu llanta, a tu rollo, a tus brazos, a tu espalda, a tu panza, a tus glúteos y caderas, a tu papada, etc. El problema es que los carbohidratos refinados tienen un índice glucémico muy alto, osea disparan tu insulina y generan grandes picos, y no te quitan el apetito para nada, de manera que al muy poco tiempo de haberlos consumido tu cuerpo te pide más, y ahí estás picando la olla de nuevo. Nunca te has preguntado porqué después de comerte un plato contundente de pastas por ejemplo por ahí te provoca un postrecito? Esto hace que las cantidades de energía extra que almacenemos sean desmesuradas.

Las grasas.- Las grasas, al contrario de lo que todo el mundo cree, también son esenciales en tu dieta. Las grasas son una importante fuente de energía, además protegen tus órganos, proporcionan calor corporal, ayudan a absorber vitaminas que son esenciales para tu crecimiento y desarrollo, son un factor importante en la producción de hormonas, enzimas, membranas y otras sustancias vitales. Los alimentos con más cantidad de grasa son, de mayor a menor: los aceites, la mantequilla, los frutos secos, el chocolate, las galletas, los huevos enteros, la leche entera y la carne. Además hay cierto tipo de grasas (ácidos grasos esenciales o los tan famosos Omega 3 y 6) que tu cuerpo necesita pero no puede fabricar por sí mismo, por lo tanto deberás aportarlo con tu dieta. El odio, terror, rechazo y pánico por las grasas se debe principalmente a que es el macronutriente más calórico de todos, ya que aporta 9 kcal por gramo, a diferencia de los carbohidratos o proteínas que aportan 4 kcal por gramo.  Pero aquí la clave para conocer la importancia de las grasas en tu dieta es que NO TODAS LAS GRASAS SON IGUALES:
  • Grasas saturadas. Consideradas grasas “malas”, es importante reducir y controlar su consumo ya que elevan los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Se encuentran en carnes, embutidos, tocino, mantequilla, leche y derivados enteros como queso y yogurt.
  • Grasas insaturadas. Son los famosos ácidos grasos insaturados o grasas “buenas” que son muy esenciales ya que protegen a nuestro organismo de la formación de coágulos (trombos) y reducen los niveles de colesterol y triglicéridos. El más representativo es el Oleico, presente en el aceite de oliva, palta y aceitunas. Otros ácidos grasos insaturados, como el Omega 3 y Omega 6 (linoleico) son abundantes en pescados azules. También están presentes en semillas de girasol, de linaza, en el maíz, frutos secos, etc.
  • Grasas trans. Son grasas insaturadas que a través de un proceso industrial llamado "hidrogenación" se convirtieron en menos fluidas, permitiendo una mejor conservación y obteniendo un sabor agradable para su consumo. Sin embargo, este proceso hace que estas grasas insaturadas se transformen en ácidos grasos trans y que funcionen como si fueran grasas saturadas o grasas “malas”. Entre estos productos encontramos  la margarina, los productos de pastelería, las galletas, las papas fritas, etc.
Alrededor del 30% de la energía que consumimos en nuestra dieta debe provenir de las grasas, en especial 20% de las insaturadas y las saturadas deberán ser inferiores al 10%.

PERO ENTONCES QUÉ ENGORDA MÁS? La respuesta es más simple de lo que crees: ninguno.  Más allá de las calorías que aporte uno u otro nutriente y alimento, lo que engorda más es la cantidad que consumes. Si bien las grasas aportan más calorías, si ingieres poca cantidad de las mismas, pero comes mucha cantidad de carbos, igual subirás de peso. Esto no significa que las grasas engorden menos, sino que consumiste menos cantidad.  Igualmente debemos evitar los carbos refinados y harinas a toda costa, y consumir con nuestra dieta siempre los que contengan fibra integral. Tampoco debemos tener tanto terror a las grasas, ya que las insaturadas son imprescindibles para nuestra dieta. Las únicas que debemos de controlar o evitar son las saturadas y las trans.
Por supuesto, todas estas recomendaciones pueden variar según cada persona, pero en general la mejor forma de consumir carbos y grasas es controlando la fuente, la calidad, la cantidad y frecuencia.

TIPS Y CONSEJOS PARA COMER FUERA DE CASA


Llegó Diciembre. Invitaciones a todos lados, reuniones, reencuentros, fiestas, intercambios, Navidad, fin de año. Panetón por montones. Y tú esmerándote por seguir la dieta antes que empiece oficialmente el verano -aunque realmente ya estamos en la cuenta regresiva- pero nada a tu alrededor ayuda. Lo que te lleva a cuestionar si en verdad es posible comer bien en Diciembre, y ya estás a una porción de panetón de decretar que tu resolución de año nuevo será hacer dieta recién el 1ro de enero.
Pero antes que te des por vencido y tires la toalla, tienes que saber que no tienes por qué salirte de tu plan alimenticio ni dejar de soñar con un cuerpo caribeño, basta con proponértelo y seguir estos tips y consejos para comer fuera que te ayudarán a sobrevivir uno de los meses más calóricos del año.

CÓMO COMER FUERA ESTANDO A DIETA Y NO MORIR EN EL INTENTO

Es inevitable aceptar una invitación para un almuerzo o cena. ¿A quién no le gusta comer fuera? Pero generalmente los restaurantes ofrecen alimentos grasosos y con demasiadas calorías, y el tamaño de las porciones es proporcional al tamaño de la cintura de la mayoría de comensales. Pero con tantas calorías y el tamaño exagerado de las comidas que te sirven, mantener hábitos saludables mientras se come fuera parece ser toda una contradicción. Pero no tiene porque ser así si te armas primero con unas cuantas estrategias inteligentes: 
  • Ten en cuenta el restaurante al que vas a ir, googlea su web y selecciona aquellos que ofrezcan un menú variado, donde es más probable que puedas encontrar alternativas saludables. Evita los buffets y los restaurantes de comida rápida.
  • Nunca vayas con hambre a un restaurante, porque si llegas sin haber desayunado lo más probable es que elijas lo más contundente que haya porque vas a querer comerte hasta el plato del hambre. Come una fruta pequeña y toma un vaso de agua antes de salir de casa para que no termines devorando la canasta de panes apenas te la sirvan.
  • Revisa y estudia el menú antes de pedir. Muchos restaurantes ofrecen opciones light que incluyen alimentos que son bajos en grasa. Pero ojo, a veces no todos los platos son lo que parecen, y lo que al principio crees que es saludable, es un lobo disfrazado de cordero, o una grasa disfrazada de "light". Por ejemplo, la pechuga de pollo hervida tiene muy poca grasa de manera natural, pero si está empanizada y encima te la sirven con alguna salsa espesa, ya no será la opción más acertada. La pasta puede ser una opción excelente si la pides con salsa marinara, pero si viene con salsa carbonara (salsa blanca con tocino), está cargada de grasa.
  • En general, también debes evitar todo lo frito y aquellos alimentos que se saltean en mantequilla o aceite. Incluso las ensaladas, como la ensalada César suele tener mucha grasa debido a que están basadas en mayonesa. Entre las opciones más acertadas y con menos grasa se incluyen las sopas o caldos; las carnes magras, el pollo y el pavo, el pescado o carne, en general que sea a la brasa, hervido, a la parrilla o asado; y las salsas ligeras en lugar de las cremosas. 
  • Busca guarniciones como las verduras, y pregunta si pueden ser al vapor o a la plancha en lugar de salteadas con mantequilla. Pide una papa sancochada en lugar de puré, siempre pide pan integral para la canasta. Además pide siempre que el aliño para la ensalada te lo sirvan a parte, y pregunta si te pueden preparar la comida sin salsa.
  • Una manera de combatir el tamaño de las porciones es pedir que te sirvan la mitad de un plato (o un tercio, si es necesario). Haz que el mesero retire tu plato en cuanto hayas terminado de comer –es fácil seguir comiendo aunque ya no tengamos hambre solo porque tenemos la comida delante. Y por supuesto, sáltate el postre.
  • Modera el consumo de alcohol –las calorías del alcohol se acumulan rápidamente porque son las que menos se sienten.

El tamaño de las porciones es muy importante.

Recuerda que comer fuera no significa que tengas pase libre para hacer lo que quieras –está bien soltarse de vez en cuando, pero no puedes hacerlo todas las veces. Haz planes con anticipación, elige las opciones cuidadosamente y no temas pedir lo que necesites;  así descubrirás que comer fuera puede mejorar tu dieta en lugar de echarla a perder.

GRASA Vs MUSCULO

Alguna vez te han dicho que no debes entrenar si estás gordito porque toda tu grasa se va a convertir en músculo y se va a poner dura? O el efecto contrario, que si ya estás entrenando y un día lo dejas, todos tus músculos se van a convertir en grasa. Pero cómo puede convertirse uno en otro por arte de magia? La respuesta es simple: no puede. Son dos tejidos diferentes, con diferentes composiciones y ni la grasa puede transformarse en músculo ni el músculo en grasa. Todos tenemos el mismo tipo de grasa, lo que nos diferencia es cómo y dónde las vas acumulando a través del tiempo:

Todo se remonta a las épocas cuando el hombre cazaba para sobrevivir. Al haber días de abundancia y días de escasez de alimentos, el cuerpo se preparaba para no pasar hambre acumulando grasa en zonas que no le dificultaran el movimiento para poder salir a correr, cazar y trepar árboles, osea en el abdomen. La mujer no era tan activa y permanecía en las cuevas, por eso su reserva de grasa era más superficial para mantener el calor corporal. Esto se ha convertido en algo genético con el paso del tiempo y las reservas de grasa tanto en el hombre como en la mujer ya están determinadas de esa manera.


Tenemos tres formas básicas de reservar grasa:

Tranquila que esto tiene solución.
1. Grasa superficial (celulitis).-  La primera forma de reserva es justo bajo la piel, es el aislante que necesita el organismo para protegerse de los cambios de temperatura, además de ser una extensa capa de reservas energéticas que prácticamente recorre todo el cuerpo. Esta capa se da tanto en hombres como en mujeres y está muy influenciada por la alimentación y el deporte y no tanto por la genética como el resto de las capas. Esta grasa es la culpable de la celulitis y la piel de naranja, y esta condición sí es exclusiva de las mujeres. Aunque la buena noticia es que es la más fácil de reducir.
El último lugar de donde se va

2. Grasa entre la piel y el músculo (rollos) .- En esta capa la genética y el género tiene mucho que ver en su distribución, y no tanto la alimentación o el ejercicio. Al ser una capa de reserva, el organismo espera hasta el último momento para movilizarla, o sea es el primer lugar donde aparece y el último lugar de donde se va, por lo que en la mayoría de las ocasiones solo con ejercicio no se puede perder. Para movilizar esta grasa hace falta un plan de alimentación excelente durante un largo periodo de tiempo y harto ejercicio.  
La "panza chelera" es un ejemplo de grasa visceral.

3. Entre las vísceras y alrededor (visceral).- Y si alguna vez has visto a un gordito con la panza dura como piedra no es porque sus abdominales endurecieron, si no que tiene grasa visceral, y eso es otro tema. La grasa visceral es la más peligrosa de todas ya que comprime todos tus órganos internos, los envuelve y encapsula, es decir cada órgano está atrapado en una capa de grasa, lo que aumenta el riesgo de padecer problemas al corazón. En este caso no entra tanto en juego el tema de estética sino de salud.

Esta resonancia magnética muestra claramente los lugares en dond se acumula grasa y cómo puede afectar todo tu cuerpo, desde tus articulaciones hasta tu estructura ósea. Problema serio.

Genética y Hombres Vs. Mujeres: Acumular la grasa bajo la piel y encima del músculo suelen ser típico de las mujeres y bajo el músculo y entre las vísceras suele ser la forma en que la acumulan la mayoría de los hombres. Pero la genética siempre varía, y no es difícil ver hombres obesos que no tienen el abdomen hinchado pero si grasa en los muslos y en los glúteos. Como también es común encontrar mujeres con la panza prominente y poca grasa en los muslos. 

Grasa y músculo
Entonces de dónde salió este mito tan falso? Ya vimos que la grasa no se puede poner dura, al contrario, cuando haces ejercicios lo que se pone duro son tus músculos y al combinarlo con una excelente alimentación vas perdiendo grasa. Al tener menor porcentaje de grasa en todo tu cuerpo, tus músculos son más notorios a través de la piel. Pero qué pasa si dejas de entrenar? Lo más probable es que regreses a tus antiguos hábitos, descuides tu alimentación y vayas ganando de vuelta toda esa grasa que perdiste, lo que hará que tu piel se vuelva flácida nuevamente y que pierdas la tonificación que ganaste, osea te pones blando de nuevo por toda esa capa de grasa bajo tu piel. Pero de ninguna manera tus músculos se convirtieron en grasa, eres tú que volviste a comer como antes. Y ahora tendrás que empezar de nuevo. Recuerda que lo difícil no es llegar, lo difícil es mantenerse.

ERES FLACA, PERO ESTÁS GORDA !!!

Todos conocemos a alguien, que come de todo y no sube un gramo. "Es@ que come de todo pero no engorda". ¿Y a dónde se le va todo? Te matas pensando. Poseen un metabolismo digno de envidia y un cuerpo en apariencia delgado, pero lo que no sabemos es que debajo de ese físico que creemos bendecido por los Dioses en realidad se oculta una gorda que poco a poco va mostrando señales de su presencia, léase: rollos, llantas, murciélagos, panza, flacidez, celulitis, etc. A este tipo de chicas se les ve muy bien en invierno, super flacas y regias con ropa, pero en verano y en un bikini es otra historia. Nuestra realidad se muestra bajo el sol.

¿Y qué es lo que hace que equivocadamente envidiemos anatomías ocultas que no tienen nada de envidiables a la luz? Pues la respuesta es que la gordura en realidad se mide en base al porcentaje de grasa corporal y no por como luce la persona. De ahí el concepto de ser un "flaco-gordo". Porque esto no es exclusivo de las mujeres. 

Comparemos las siguientes imágenes:


Estas dos chicas pesan exactamente lo mismo: 55kg. Y aunque a la de la izquierda se le vería muy bien con jean, una chompa y abrigada ni siquiera gorda, su realidad es que sí está fuera de forma, para nada saludable y completamente descuidada.  La balanza jamás te va a indicar si estás en forma o saludable, hay una diferencia entre 55kg de músculo y 55kg de grasa.


En este caso, estos dos chicos también pesan exactamente igual: 80 kg. Al de la derecha se le ve "flaco", pero su porcentaje de grasa de 30% hace que se lo defina como gordo. El porcentaje de grasa corporal no es otra cosa que la cantidad de grasa que tienes en relación a tu peso. El chico de la izquierda también pesa 80kg. pero su porcentaje de grasa corporal es de 5%, significa que sólo tiene 4kg. de grasa en todo su cuerpo y 76kg corresponden al resto (huesos, músculos, órganos, fluidos, etc.)  vs. los 24kg de grasa del de la derecha.  Lo que nos lleva a la conclusión que lo que en realidad debemos enfocarnos a la hora de querer reducir medidas no es tanto en bajar de peso, si no en bajar nuestro porcentaje de grasa corporal, lo que nos dará un buen tono y forma y desaparecerá esos terribles signos de su presencia.

 Presente!


¿Quieres tener una idea de cuál es tu porcentaje de grasa corporal actual? Acá te pongo unos ejemplos bien ilustrativos:



Ahora, tener grasa corporal no es malo, por el contrario, tu cuerpo necesita un mínimo de grasa vital para llevar a cabo diversas funciones mecánicas, como proteger órganos, regular la temperatura corporal y además sirve como principal reserva de energía. Consideremos también que la mujer siempre tendrá más porcentaje de grasa que el hombre debido principalmente a la preparación para un futuro embarazo y diversos factores hormonales. Lo que sí es malo es tener grasa en exceso acumulada como reserva en los lugares que no deberías, cuando a estas alturas de nuestros tiempos ni siquiera necesitamos reservarla!

Mi recomendación es que el hecho que seas una talla S o M no te da licencia para descuidarte, confiarte y comer lo que sea. Recuerda que al final lo que comes a solas, lo luces en público.

COMO LO VISTE EN TV !!! PROMESAS QUE NO SE CUMPLEN...


Para las vacaciones de Agosto, mes de playita-arenita, podemos enfrentar esa epoca de dos manera con respecto a nuestros atributos... 
Primero:Sin complejos...

100% actitud 
Segundo: Te propones llegar al mes de Agosto con el cuerpo que realmente quieres lucir frente a todos.
Algo así.
Pero a veces la desesperación y la costumbre de dejar todo a última hora te lleva a tomar medidas desesperadas y comprar lo primero que viste por ahí.

COMO LO VISTE EN TV !!

Nos bombardean de avisos, anuncios, promociones, marketing. Querer tener las cosas ya, con resultados inmediatos, nos alimenta esa necesidad consumista a la que tan acostumbrados nos tiene la publicidad. Dietas milagrosas, cremas que reducen centímetros, pastillas para bajar de peso,  fajas maravillosas, tratamientos estéticos costosos, máquinas que hacen el trabajo por ti y un sinfín de productos que nos prometen máximos resultados lo más pronto posible con un mínimo esfuerzo. Y si tu escepticismo te dice que es demasiado bueno para ser verdad, pues entonces tienes toda la razón. La cruda realidad es que nada por lo que valga la pena luchar y tenga un efecto duradero va a ser fácil o rápido de conseguir.

Lo malo de lo que ves en televisión es que todos los productos EXAGERAN los resultados y si te lo compras y no ves los resultados que te prometieron te puedes decepcionar, desanimar y hasta rendir pensando que lo tuyo es caso perdido. Algunos de esos productos contribuyen, ayudan, pero no son la solución en sí. La única y verdadera solución es atacar el problema de raíz: cambiar tus malos hábitos, reeducar tu cuerpo para seguir una alimentación balanceada y saludable junto con la práctica de ejercicios. Ningún producto hace milagros ni te va a dar los resultados prometidos si no lo combinas con una excelente alimentación y actividad física.

Míralo de esta manera: Has venido acostumbrando a tu cuerpo a comer ciertos alimentos, ceder ante las ansias, alimentarte de lo que no debes, llegar a tu casa a ver TV y dormir, no hacer ejercicios, por unos… 10-15-20-30 años? Todos esos años de malos hábitos te han moldeado física y mentalmente de cierta manera, y es algo que no se puede cambiar de la noche a la mañana o en dos semanas. Por la misma razón un producto no va a cambiar tu físico de la noche a la mañana, o en dos semanas va a barrer con años y años de malos hábitos. La clave es ser pacientes con nuestro cuerpo y llevar a cabo un proceso gradual de enseñanza para que los resultados sean duraderos y sin ningún rebote.

LA VERDAD SOBRE ALGUNOS PRODUCTOS:

           1.       Batidos y suplementos para bajar de peso.-  Existen varios, desde los tan famosos reemplazadores de comidas que contienen proteínas, vitaminas y minerales que te prometen bajar de peso en 1, 2 ó 3 meses, hasta más específicos como los quemadores de grasa, que dicho sea de paso sólo funcionan si haces ejercicios regularmente, no si eres sedentario. La verdad de los reemplazadores de comidas es que sí bajas de peso en el lapso prometido ya que dejas de almorzar, desayunar, cenar como solías hacerlo (seguramente mal) y solo te tomas un batido con la cantidad exacta de calorías que necesitas y listo. Fácil no? Pero así como empezaste a tomarlo de un día para otro, lo dejas de tomar de un día para otro, te confías, vuelves a comer como antes y.. rebote total. Culpas al producto. Cuando debiste educar primero a tu cuerpo para ni siquiera tener que comprártelo.

            2.       Pastillas milagrosas.- Las hay de todo tipo y para todos los gustos: las que inhiben la absorción de grasas, las que se expanden en tu estómago y generan saciedad, las que tienen propiedades diuréticas y aceleran pérdida de agua, las supresoras de apetito, las estimulantes que aceleran el metabolismo, las que limpian el colon y regulan tu sistema digestivo, etc. Algunas ayudan en cierta forma, unas más que otras y de forma más segura, otras te traen más efectos secundarios que beneficios,  pero TODAS tienen el mismo efecto rebote que cualquier otro producto que te prometa milagros en tu cuerpo.

Ni siquiera son la misma persona !!!
          3.       Cremas reductoras y geles reafirmantes.- Al trabajar únicamente de manera superficial en tu piel, su efecto es completamente nulo ya que la grasa que quieres desaparecer está debajo. Una famosa crema por ejemplo te asegura disolver y eliminar la grasa y te garantiza bajar 4 cm. de cintura en 40 minutos. Imagínate que si en verdad fueras capaz de eliminar esa cantidad de grasa en tan poco tiempo, las reacciones fisiológicas que se desencadenarían en tu organismo harían que tu temperatura corporal aumente varios cientos de grados. Osea te morirías por una fiebre fulminante. Increíble lo que la publicidad te hace creer. Sin embargo ahí estás, malgastando tu dinero.
Tan fácil como aplicarte una cremita ... sí claro.

      4.   Tratamientos corporales.- Actualmente existen excelentes tipos de tecnología  de última generación que trabajan a un nivel subdérmico. Estos tratamientos son solamente estéticos, porque ayudan a reducir células grasas bajo la piel y a contornear la figura. Pero no sirven si no lo complementas con una alimentación balanceada y ejercicios. Y por el número de sesiones que debes llevar y su alto costo deberás poner en la balanza si vale la pena y si piensas seguir un buen post tratamiento cambiando tus hábitos para prolongar el efecto.

          5.       Fajas y prendas.- Como ya lo había mencionado antes, sudar no es sinónimo de perder grasa. El sudor es solamente el aire acondicionado de tu cuerpo, tu refrigerante natural para enfriarlo nuevamente. No hay forma que una prenda te haga reducir medidas, perder peso, o tonificar. LO ÚNICO QUE PIERDES ES AGUA, ya que estar apretado y sudando la gota gorda te deshidrata por completo. Y toda esa agua que perdiste la vuelves a ganar una vez que bebes líquido. Otra cosa completamente distinta y que es otro tema son las fajas correctoras de postura, las fajas modeladoras (efecto cenicienta o de una noche) o las fajas para soporte de columna (cinturones) que sí son necesarias en el gym y al practicar deportes que exijan esfuerzo de cargas.
28 mil dolares de multa le costó a esta conocida empresa publicitar este producto
que lo único que te daba eran cosquillas.

            6.       Máquinas y aparatos.- Aquí nuevamente todos exageran con los resultados, presentando modelos con cuerpazos completamente tonificados que usando solamente el aparatito por arte de magia convirtieron una panza fofa en una tabla de planchar. Nunca tanto. PERO aquí yo sí rescato el lado positivo: si te compraste una máquina que viste en TV es porque al menos tienes toda la intención de ejercitarte en tu casa, moverte, hacer algo, que es mil veces mejor que estar sentado viendo el comercial. Pero corres el riesgo de que no pase de intención y que termine empolvado en una esquina.
...o como colgador de ropa ...
En conclusión, la publicidad que te promete el cuerpo de tus sueños exagera demasiado, y no hay nada como obtener resultados duraderos de manera gradual por ti mismo, con cambios que te formen nuevos hábitos. Que no sea fácil o que tome tiempo no significa que sea imposible.