El hábito alimentario es adquirido desde la infancia por medio de los padres, luego pasa a ser influenciado en la niñez con las escuelas y los compañeros y pasa a formalizarse con todo lo adquirido ya sea bueno o malo en la adolescencia.
Si! es la adorable adolescencia en la cual empezamos a experimentar cambios corporales los cuales repercuten fuertemente en la percepción de la sociedad que nos rodea , la misma nos vuelve exigente en cuanto a nuestra apariencia física, muchas veces hasta nos perfila a un modelo de cuerpo escultural para poder ejercer cierto tipo de profesiones o cargos de trabajo.
Son tantos los factores influyentes en la apariencia de cada individuo que la tendencia de experimentar y fracasar en cuanto a dietas es hoy en día más que imposible de evitar y esto contribuye a que cada fracaso sume kilos de más y con el tiempo estas recaídas dan lugar a patologías graves y trastornos de la conducta alimentaria difíciles de tratar de forma voluntaria.
Dietas desequilibradas al alcance de todos
Son aquellas a las cuales nos sometemos a duras penas, para lograr resultados rápidos pero sin poder mantener ese ritmo y hábito alimentario constante. La perseverancia en dietas desequilibradas como así se denominan tienden a fracasar porque por más que pretendamos bajar de peso con la mentalidad de mantenernos en ese molde dietario estricto el cuerpo sometido a este estrés responde de una manera distinta cuando siente el déficit de ciertos tipos de alimentos que prohíben o descartan este tipo de dietas.
Supongamos que nuestro estilo de vida nos lleva a alimentarnos con aproximadamente 2500 calorías/día y por X motivos nos sometemos al brusco cambio de consumir nada menos que 1500 calorías/día.
1000 calorías menos implica poner en alerta al organismo el cual se pone en guardia almacenando con más precaución sus reservas de grasa y empieza desprendiendo proteinas, agua, vitaminas, minerales. Si con este plan ataque la balaza nos sonríe con 3 Kilos menos semanalmente la realidad corporal es que la misma nos hará llorar al cabo de un mes recuperando de forma doble lo perdido.
Es por eso que con citar algunas de estas dietas como la dieta del pomelo, de la manzana, de la sopa, de la papa, del yogurt del té…..etc son dietas incompletas en cuanto a macro y mi style="font-size: large;">Dietas bajas en calorías en cuanto a requerimiento real de energía.
Cantidad de calorías adecuadas para el correcto funcionamiento de las funciones metabólicas.
En su mayoría son dietas difíciles de hacer por más de un mes, no son adaptadas al gusto individual e cuanto a selección de alimentos y son muy distantes a satisfacer.
Son adaptadas a la necesidad de cada persona, teniendo en cuenta, su actividad física, gustos e incluye una diversidad de alimentos en porciones adecuadas logrando satisfacer.
Disminuye el rendimiento y fuerza para realizar actividades deportivas
Otorga nutrientes suficientes para acompañar el plan con actividades deportivas que ayudaran a quemar las reservas clóricas
Disminuye la capacidad intelectual, debido a que el cerebro se somete a la falta de glucosa.
La alimentación equilibrada aumenta la capacidad de rendimiento intelectual debido a que no suprimen el combustible de las neuronas.(glucosa)
Se manifiestan cuadros de depresión por falta de alimentos, con el tiempo influye bajando la autoestima.
Estado de ánimo excelente y optimista
Aumento de la autoestima
La educación alimentaria evita caer en atracones, es decir educa a elegir comer moderadamente. Esto controla las ingestas por más que sean fuera del contexto dietario.
Tienden a disminuir el porcentaje de masa magra del cuerpo.
La apariencia física es decaída, mayor probabilidad de celulitis y flacidez.
Disminuyen el porcentaje de grasa corporal.
La apariencia física se moldea según la práctica deportiva formado la masa muscular corporal.
Disminuyen el metabolismo basal, fomentando una dificultad doble o triple para bajar en próximas recaídas de dietas.
Aumentan el metabolismo basal, es decir tienen más facilidad para bajar de peso controlando simplemente la cantidad y calidad de alimentos calóricos.
Disminuyen el porcentaje de grasa corporal.
La apariencia física se moldea según la práctica deportiva formado la masa muscular corporal.
Disminuyen el metabolismo basal, fomentando una dificultad doble o triple para bajar en próximas recaídas de dietas.
Aumentan el metabolismo basal, es decir tienen más facilidad para bajar de peso controlando simplemente la cantidad y calidad de alimentos calóricos.
Mayor probabilidad de caer en trastornos de la conducta alimentaria como anorexia y bulimia.
Disminuye el riesgo de desarrollar este tipo de trastornos porque no somete a ayunos o prohibiciones de alimentos.
Este tipo de dietas lleva a la ansiedad de contar los días para volver a comer los alimentos considerados prohibidos.
Las dietas equilibradas no tienen alimentos prohibidos, su fin es tratar de darse los gustos en proporciones recomendables.
Reeducación de lo adquirido con el tiempo
Muchos profesionales de la Salud apuntan en la reeducación alimentaria siendo este un tratamiento a largo plazo para personas con sobrepeso, obesidad y personas con diferentes trastornos de la conducta alimentaria.
Esto significa educarnos a comer lentamente de manera más saludable y solo es posible con la práctica de buenos hábitos alimentarios. Este proceso es algo dificultoso pero no imposible, es más, así como uno se acostumbra a comer mal también puede llegar a la costumbre de alimentarse bien.
Como profesional en el área de Nutrición sostengo la idea de que no hay mejor plan que el de adoptar un hábito alimentario el cual lejos de dietas estrictas y desequilibradas les lleve a disminuir con tiempo y esfuerzo los kilos de más, la pérdida de peso debe ser progresiva así como fue su ganancia y la preocupación solo debe ser en caso de que no suceda, y por sobre todo tener en cuenta que lo que se trabaja con tiempo y esfuerzo garantiza un resultado óptimo y duradero y mucho mas valorado.