La dieta mediterránea consiste en un estilo de vida basado en una dieta equilibrada y variada en la que predominan los alimentos obtenidos de los cultivos tradicionales de esta zona goegráfica bañada por el mediterraneo: el trigo, el olivo y la vid.
Los alimentos que constituyen la base de esta alimetación son:
Los alimentos que constituyen la base de esta alimetación son:
El pan y la pasta, como principal fuente de hidratos de carbono.
El aceite de oliva como principal fuente de grasa.
El vino en cantidades moderadas durante las comidas.
Las hortalizas, las frutas, los frutos secos y las legumbres aportan a esta dieta gran cantidad de fibra y antioxidantes.
El pescado, las aves de corral, los productos lacteos y los huevos como principal fuente de proteínas y un menor consumo de carnes y grasas animales.
Estos alimentos y su tratamiento culinario da lugar a un estilo de vida que se complementa con unos hábitos (por desgracia cada vez menos frecuentes) a los que invita el clima, como son los paseos al sol, las tertulias o la siesta.
2. ¿Por qué es una dieta saludable?
Su descubrimiento como dieta saludable se realizó a partir de estudios nutricionales en Grecia donde se detectó una incidencia de arteriosclerosis, enfermedades cardiovasculares y enfermedades degenerativas inferior a la media. Y una mayor esperanza de vida.
Basándose en estos antecedentes, de 1958 a 1964 se realizó un extenso estudio epidemiológico denominado "Estudio de los siete países", dirigido por Ancel Keys, para investigar los hábitos dietéticos de siete países entre los que figuraban cinco países no mediterráneos: Estados Unidos, Japón, Finlandia y Holanda, y tres mediterráneos: Yugoslavia, Italia y Grecia.
2. ¿Por qué es una dieta saludable?
Su descubrimiento como dieta saludable se realizó a partir de estudios nutricionales en Grecia donde se detectó una incidencia de arteriosclerosis, enfermedades cardiovasculares y enfermedades degenerativas inferior a la media. Y una mayor esperanza de vida.
Basándose en estos antecedentes, de 1958 a 1964 se realizó un extenso estudio epidemiológico denominado "Estudio de los siete países", dirigido por Ancel Keys, para investigar los hábitos dietéticos de siete países entre los que figuraban cinco países no mediterráneos: Estados Unidos, Japón, Finlandia y Holanda, y tres mediterráneos: Yugoslavia, Italia y Grecia.
Los resultados del estudio mostraron una clara relación entre las características de la dieta y la salud de su población.
3. Características de la dieta mediterránea
Se observó que los países mediterráneos, tenían una dieta con unas determinadas características que eran comunes a todos ellos.
Estas poblaciones comen una cantidad relativamente alta de pescado y carnes blancas, cereales y leguminosas, frutas y verduras; una cantidad relativamente baja de carnes rojas; y, en forma moderada, consumen vino con las comidas.
3. Características de la dieta mediterránea
Se observó que los países mediterráneos, tenían una dieta con unas determinadas características que eran comunes a todos ellos.
Estas poblaciones comen una cantidad relativamente alta de pescado y carnes blancas, cereales y leguminosas, frutas y verduras; una cantidad relativamente baja de carnes rojas; y, en forma moderada, consumen vino con las comidas.
La grasa usada en las comidas es mayoritariamente aceite de oliva. Esto conduce a una alimentación saludable que se caracteriza por ser:
. Baja en grasas saturadas (carnes rojas)
. Alta en grasas monoinsaturadas (aceite de oliva)
. Balanceada en ácidos grasos poliinsaturados (omega-6 y omega-3)
. Baja en proteína animal
. Rica en antioxidantes (frutas, frutos secos, verduras y legumbres)
. Rica en fibras. (frutas, verduras, legumbres y cereales)
. Alta en grasas monoinsaturadas (aceite de oliva)
. Balanceada en ácidos grasos poliinsaturados (omega-6 y omega-3)
. Baja en proteína animal
. Rica en antioxidantes (frutas, frutos secos, verduras y legumbres)
. Rica en fibras. (frutas, verduras, legumbres y cereales)
Este tipo de dieta coincidía con la baja frecuencia de enfermedades coronarias y un nivel más bajo de colesterol en sangre en los habitantes de estos países en relación a los de otros países.
El estudio demostró que era el tipo de grasa de la dieta, más que su cantidad, la que estaba relacionada con este riesgo cardiovascular, de modo que un consumo bajo de grasa saturada y mayor de monoinsaturada (aceite de oliva) y poliinsaturada (pescado) se asoció a una menor frecuencia de enfermedades coronarias y de mortalidad debido a estas patologías. Posteriormente se vio que la dieta mediterránea no sólo protege de la enfermedad cardiovascular, sino que además aporta gran cantidad de antioxidantes (en relación con los alimentos de origen vegetal) que protegen del envejecimiento celular y la carcinogénesis.
DESVENTAJAS DE LA DIETA MEDITERRANEA
A pesar de ser una dieta que tiene buenos resultados, hay puntos en los que puede ser mejorada. Además, estos puntos como ser el consumo de hidratos de carbono no son recomendables en el mundo actual, debido a que la vida sedentaria hace que dichos alimentos generen aumento de la secreción de insulina (ver indice glicemico y ig y obesidad) lo que genera un circulo vicioso en el consumo de hidratos de carbono, los que por no uso en la celula (aporte excesivo) pasan a formar grasas, que se acumulan generando obesidad. Esto deja a las pastas y panificación de lado.
Por ello, se debe conocer el indice glicemico de los alimentos, disminuir la carga glicemica y evitar dichos alimentos luego del medio día, en que son más proclives a generar obesidad.
El vino es otro de los elementos desaconsejados de la dieta mediterránea. Si bien el vino ha sido relacionado con factores beneficiosos a nivel cardiaco. En general el aporte calórico (7 kcal/gr) y el daño hepático que se suma al de las grasas trae aparejado una esteatosis hepática. No solo el vino sino todas las bebidas alcoholicas.
Dentro de las recomendaciones favorables de la dieta mediterránea están el pescado, el aceite de oliva, las aceitunas, las nueces, las frutas secas, las frutas y verduras en general, carnes blancas y leguminosas.